Año nuevo, oportunidades nuevas
Estamos iniciando un nuevo ciclo y como generalmente nos pasa en esta época del año nos sentimos muy motivados a hacer cosas nuevas o retomar lo que hemos estado postergando por algún tiempo. Con el paso de las semanas se nos bajan las pilas y olvidamos nuestros propósitos sin reflexionar que es lo que nos tiene atorados. Para empezar no nos critiquemos o juzguemos por no cambiar, repetir las mismas conductas destructivas o que nos limitan el desarrollo de nuestro potencial pues como seres humanos tenemos ese gran regalo; siempre tenemos la oportunidad de ser mejores y algunas veces necesitamos tener ciertos aprendizajes para seguir avanzando, como cuando estamos en la escuela. Es importante señalar que somos seres integrales con un cuerpo físico, uno emocional, otro psicológico y uno espiritual por lo que debemos estar conscientes que es necesario cuidar, sanar, nutrir y amar cada uno de ellos. Les comparto algunos obstáculos que pueden distraerlos de sus objetivos para estar conscientes de que parte necesitan trabajar.
1. La adicción al drama: podemos ser unos exagerados ante las dificultades que se presentan en el día a día lo cual no quiere decir que no sean importantes sólo que le damos una dimensión desproporcionada terminando por encerrarnos en un cuarto mental, peleándonos con nuestros miedos, culpando a todo el mundo y paralizándonos en todo lo que realmente debería estar haciendo.
2. Estar tan atenta a los demás y olvidarnos de nosotros: queremos dirigir a todo mundo, manejar, controlar y cuidar cada paso y hasta cada pensamiento de los demás dejando de lado lo que nosotros queremos.
3. No tener un orden o una estructura: dejarle todo a la memoria no es bueno, debemos tener un método para dirigir nuestra atención y enfocarnos en las acciones que nos lleven a la meta.
4. Tener miedo: nos paralizamos con los cambios o cosas nuevas, es necesario afrontar el miedo y tener confianza en nosotros mismos y en lo que podemos lograr.
5. Distraernos por cualquier cosa: celular, televisión, comida, bebida o cualquier cosa en la que “matemos” el tiempo, que nos haga desviarnos de nuestros objetivos.
Hagamos una pausa, respiremos profundamente y comencemos con pequeños cambios que nos lleven a grandes sueños.